lunes, 5 de julio de 2010

Nuestra Selección de Fútbol



La selección española está reescribiendo por momentos su historia. Hemos tenido que esperar nada más y nada menos que ¡70 años! desde el primer mundial de Uruguay para colarse en ¡una semifinal!. Sí, señores y señoras, el país continente de los mejores clubes de la historia del fútbol: Real Madrid y Barcelona, no ha sido capaz en todo este tiempo de hacer más de lo que hicieron este último tres de julio en el Green Point de Cape Town. Una vez más, el deporte, y no sólo el fútbol, achica a grandes y agranda a chicos. Ahí tienen como selecciones modestas, (y digo modestas, porque sus países desgraciadamente no son lo que podemos decir grandes potencias mundiales) han conseguido desbancar, con mucha fuerza y coraje, como debe ser, a otras grandes selecciones que han tenido que rendirse a la evidencia de que, en un campo de fútbol, lo que marca la diferencia no es el escalafón que ocupes a nivel social o económico, sino cómo luches para conseguir tu sueño.


Los que somos futboleros, no podemos explicar con palabras la sensación que recorrió nuestro cuerpo cuando David Villa, marcó el gol carambólico que rompía una barrera psicológica que ya pesaba demasiado. Malos recuerdos, desilusiones, rabias e impotencias se esfumaron en un instante para dejar paso a la esperanza, al gozo por la justicia cumplida, y a un orgullo más que argumentado, por nuestros representantes en el mundial. Porque el mundial no sólo es fútbol. Es un escaparate de tu país al mundo, de los métodos y de los sistemas de trabajo, un escaparate sobre formas de entender los triunfos y las derrotas, escaparate para demostrar el compromiso y el apoyo que un país muestra con los enviados a representarlos en un evento como este (porque, al que le pese, es un evento MUNDIAL y tiene toda la importancia, nunca mejor dicho, "del mundo"). En definitiva un escaparate para hablarle a La Tierra entera sobre "cómo se hacen las cosas en nuestro país", sin pretender ser mejores, ni imponer nada, simplemente, por mostrar nuestro orgullo por nuestra tierra, nuestra gente y nuestras costumbres.


En relación con esto que vengo diciendo, acabo de leer en el diario AS un artículo en el que Piqué, afirma fehacientemente que su compañero de selección Torres, marcará en este mundial, y añade que "ojalá sea ante Alemania". Cuando he leído la noticia, otra oleada de satisfacción a la vez que de tranquilidad y de admiración ha racheado en mi espíritu de aficionado. Todos sabemos lo que es compañerismo, solidaridad, empatía... Sin embargo, ¡ah! la teoría la tenemos bien agarrada, pero la práctica que es lo que de verdad cuenta, se nos escapa por entre los dedos. Es indiscutible que Torres no está haciendo su mejor mundial, es más, podríamos decir que está siendo el peor Torres de toda su historia. Sin velocidad, sin chispa, sin ideas, sin goles. Muchos, yo el primero, nos colamos en el cuerpo técnico y nos envalentonamos diciendo "que lo quiten ya","que nos va a echar a perder el mundial", "que no tiene nada que aportar, que es un paquete etc."

Hoy al leer el comentario de Piqué, se ha encendido mi bombilla y he comprendido que me he equivocado de lleno. Los datos objetivos están ahí, Torres no ha marcado y apenas ha ocasionado peligro, y además físicamente está, flojo no, flojísimo. Como dirían los Rafa y Fali, "eso es así". Aunque no es justificación, Torres acaba de salir de una importante lesión (rotura del menico externo de la rodilla derecha), que le significó seis meses de inactividad, con la rodilla hecha un disparate (digo que no es justificación, porque si no está para jugar, que no le convoquen ¿no?).
¡¡Seis Semanas!!. Los futbolistas en verano toman vacaciones como mucho mucho, unas cinco semanas y ni mucho menos están a piñon fijo de rehabilitaciones y médicos.


Fernando Torres, que ante todo es un profesional como la copa de un pino, se ha dejado literalmente la piel, para poder estar este año en un mundial que él sabe, cómo todos, que puede ser y de hecho ya lo esta siendo, histórico. La rodilla no se ha curado en seis semanas por arte de magia; trabajo, trabajo y más trabajo, y luchar contra las barreras psicológicas que no hacen más que estorbar, ha sido la tónica de trabajo de este chico durante 42 duros días, que para nada dio por perdida su participación en el Mundial. A todos les ha costado entrar en la convocatoria de Del Bosque, pero a Fernando Torres, más y por eso, Don Vicente, ha sabido premiar el profesionalismo, la fe, el compromiso y el amor por el fútbol y el deporte.

Piqué, que es otro gran deportista (y digo deportista porque no sólo sabe pegarle patadas a un balón), con su comentario, no ha hecho más que acortar la recuperación de Torres en este mundial. Lo que este chico necesita son ánimos, confianza, apoyo... y Piqué, con su comentario de "Torres marcará en este mundial" lo ha dejado caer todo de golpe en un vestuario que, ahora y más que nunca, necesita tirar de unión, de respeto, de solidaridad, de EQUIPO. Piqué con su apoyo a Torres es sólo una muestra (una muy bella muestra), de cómo reacciona ante las dificultades y los varapalos nuestro equipo nacional. Y no sólo ante los varapalos, también tenemos estilo para compartir los triunfos; me quedé "blanco" cuando Casillas, que podía haberse comido todo el mérito del penalti que le paró Cardozo con el 0-0 en el marcador, lo primero que dijo fue que, parte de culpa de que lo hubiera conseguido parar, la tenía ¡¡Pepe Reina!!, que le había dicho "por dónde lo iba a tirar". Es, sencillamente, admirable.

Independientemente de que el miércoles juegue o no Torres, marque o no, y que por supuesto, España sobrepase a Alemania (que ojalá sea así), ya hemos llegado más lejos de lo que jamás lo hemos hecho. No nos podemos conformar ni mucho menos, pero al menos, la desazón, en el caso de que las cosas se trunquen tendrán un mínimo consuelo de que conseguiremos el mejor puesto en toda nuestra historia.

En cualquier caso, y pase lo que pase, me siento orgulloso del escaparate de nuestro país que nuestros jugadores están construyendo de cara al mundo.


Así juega, dentro y fuera del campo, nuestra selección española.

Así somos en España.

¡¡¡PODEMOSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS!!!!


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